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Olentzero maitia,
(querido Papa Noel, Reyes Magos, tronco catalán que defeca regalos o cualquier otro invento de marca blanca…)
Este año he sido muy malote. Pero no en plan vicioso o con esa maldad innata de los rojeras antisistemas que no apreciamos las bondades de liberales, entrepeneurs y líderes de la CEOE. Malote en plan profesional, ya sabes, sacando a pasear el teclado en plan justiciero lamentable entre firmas casposillas, embajadores cansiones de ayer, hoy y siempre, guruses de medio pelo y apologetas del periodismo low cost.
Así que, consciente de que esta ardua labor merece una recompensa más allá del palito-de-mierda-para-selfies que repartirás a modo de carbón entre los malos de verdad, me he tomado la libertad de sugerirte algunos regalos que quedarían estupendamente debajo del árbol de cualquier fotógrafo que se precie.
· Fotos por palestina. Una estupenda iniciativa del fotógrafo Carlos Cazurro que ha convencido a más de una veintena de fotógrafos para que ceden sus copias en esta venta solidaria. El dinero recaudado de estas 200 fotografías -y subiendo- irá destinado íntegramente a proyectos de cooperación y ayuda a niños de Gaza y Cisjordania. Así que si vas a reglar fotografía –que deberías- que sea de la buena y por una buena causa. Estas cumplen las dos condiciones.
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· Estenopeicas NOPO. Mejor que regalar una cámara que va a caducar pasado mañana apostar por algo más atemporal como una cámara estenopeica. Y en esta categoría las de NOPO son realmente bonitas. Algo a tener en cuenta ante el peligro de que el fotógrafo vago de turno opte por usarla como elemento decorativo ante los escalofríos que sentirá al pensar en revelar o calcular la exposición a ojo. En cualquier caso, una ración de fotografía estenopeica es un excelente tratamiento para los adictos a fotografiar todo y todo el rato con el móvil.
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· Libros, libros, libros… ¿Un truco para aprender o mejorar nuestras fotos? Practicar, leer mucho y ver muchas fotos. Así que sí, regalar un libro de fotografía es siempre una buena idea. Por aquí hay unas cuantas listas con algunos clásicos imprescindibles que no deberían faltar en la biblioteca de ningún aficionado.
· Polaroid Cube. Cámaras de acción hay muchas pero esta no sólo es la más cuqui –siempre hay que decir cuqui en un bazar navideño- sino que su precio de 99 euros es realmente muy tentador. Los resultados muy decentes y además por tamaño y gracias al imán que incorpora se puede colocar en cualquier parte.
· La fotografía instantánea ha vuelto. En realidad nunca se ha ido, pero cada vez se deja ver más. Así que antes que todos los barbudos modernos vayan con una de esas colgada al cuello estás a tiempo de adelantarte a la próxima moda. La nueva Lomo Instant para los más experimentales y la bonita Fujifilm Instax Mini 90 son dos buenas opciones y con un precio bastante moderado. Sí, también puedes comprar una Polaroid de segunda mano y después hipotecar tu casa para comprar papel de Impossible Project.
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· A photowalkear. La red está repleta de cursos de fotografía on-line y, por lo que me cuentan, algunos están más cerca de la autoayuda new age que de la fotografía. Así que para evitar peligros y como seguramente eres pobre y no puedes pagarte una master class para “entrenar la mirada” no es una mala idea recurrir a los clásicos. Los chicos de Naturpixel además de ser buenos amigos llevan unos cuantos años organizando photowalks por Barcelona, Donosti y ahora también en Madrid. Diferentes niveles para aprender a hacer fotos de la mejor forma: haciendo fotos.
· Si ser fotógrafo es una mierda… El regalo perfecto para profesionales en eterna crisis y aficionados desesperanzados que han llegado a la conclusión de que ser fotógrafo es una mierda. Si es así, éste es el mejor regalo posible.
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· Unas impresiones. Aunque muchos lo negarán públicamente, a la mayoría de aficionados a la fotografía les –nos- gusta ver una fota nuestra sobre papel a un tamaño considerable o sobre un soporte bonito. Un servicio que ofrecen decenas de compañías en Internet, como Hoffman o Picglaze, por citar un par que se mueven bastante. Por cierto, en este caso un vale igual es la mejor opción “vale” que los fotógrafos son muy pesados y seguro que eliges la foto que “uh, si tenía una mejor” o la que “todavía la tenía que procesar mejor”.
· La cámara digital de cartón. Si lo de la estenopeica de madera no te convence pero sigues empeñado en regalar una cámara diferente, ésta es la respuesta a tus demandas: Papershoot. Cuesta 60 euros –sí, se les ha ido un poco el tema- y es la cámara más original del momento. Tanto que no tiene pantalla, es de cartón, tiene dibujitos y encima la tienes que montar tú. Nadie dijo que ser diferente fuera fácil.
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· Camisetas para fotógrafos, un clásico. Las camisetas con motivos fotográficos siempre son un buen último recurso. Aunque ahora hasta los tangas de Inditex vienen con el dibujo de una Polaroid, lo suyo es buscar algo un poco más gracioso o exclusivo. Internet está repleto de ellas. Incluso si alguien se anima a subir el listón y rebuscar un poco, esta chaqueta original de la fábrica de Polaroid es lo más.